06 julio 2005

BARAKA

No lo vamos a negar. Si la gente viera todos los documentales que dice ver, la 2 batiría records de audiencia suficientes como para resolver la crisis financiera de la televisión estatal y comprar unas 4 o 5 más. El documental, mal que nos pese, es un género menor del que gusta mucho presumir y poco disfrutar. Por lo tanto, el documental, si bien es quizás el género que plantee una visión más objetiva, directa y didáctica del mundo que nos rodea, es el menos preferido por el público general para tener una visión de algo, ya sea este algo la vida salvaje de la foca monje en Mauritania o bien algo más trascendente como mostarnos a nosotros, pequeños y sedentarios mortales, cómo es el mundo en el que vivimos.

Sin embargo, como en todo género, por menor que éste sea, siempre hay una joya u obra maestra que trasciende más allá del género del que se sirve. Y eso es lo que pasa con Baraka. Y lo siento por los que presumen de participar en los ratios de audiencia de canales como Discovery Channel, Documanía, etc...sin ser cierto que lo hagan, e incluso por los que directamente niegan interesarse por cualquier tipo de documental; lo siento porque se pierden un asombroso, por no decir maravilloso, documental que nos enseña,esta vez sí, nuestro mundo de una manera tan global, directa, y llamativa que no sólo produce el deleite de quién lo mira por su bella plásticidad (impresionante) sino por las fibras y reflexiones que como el Significado del título dice llega a sutilmente tocar.

Baraka es una visión del mundo. Y Baraka es una reflexión sobre el mundo.

Nos muestra la naturaleza en su más espectacular expresión. Rincones inapelables de maravillosos que se presentan: Selvas tropicales vírgenes, deshielos
de las nieves del himalaya tibetano, cisternas naturales colosales de volcanes latentes, desiertos tan abstractos como extensos y aformes...pero también nos muestra algo de los que viven en estos y otros marcos, y habla también de los que vivieron.

El lenguaje que emplea es sencillo y a la vez coplejo. Es Sencillo en sus formas, sencillo respecto a que solo emplea dos elementos: la imagen y la música. Complejo porque lo emplea con tal maestría que sería como decir a Shakespeare que era sencillo porque usaba sólo letras. Las imágens son de tal arrebatadora belleza que uno entra casi durante hora y media en trance dejándose llevar por la sucesión de éstas hipnotizado por una perfectamente integrada banda sonora. Aunque el truco real de esta increible fotografía es la visión que emplea el director: la majestuosidad de la naturaleza, que retrata inmensa, viva, colorida, espectacular...visión que comparte de forma paralela al mostrar lo colosal (a la vez que antinatural) de la civilización que el hombre ha construido.

Sólo en este radical contraste uno SIENTE lo artificioso del mundo que creamos, pero también del daño que al otro, el natural, el que siempre estuvo ahí (y capaz por sí solo de mayoes maravillas) le producimos. Cada secuencia es terminada con un plano mantenido en silencio durante largos segundos de algunos de los protagonistas de estos contextos: la inquietante mirada temerosa de un mono en medio del extraño mundo que le rodea, la dolorosa mirada del nativo amazónico traspuesto por la cruel tala masiva de su entorno, las colegialas uniformadas en medio de la marabunta de civilización hacinada en el metro bajo tierra de Japón...

También resulta emotiva la visión del director a la hora de destacar al hombre como el únioco ser espiritual que habita la tierra, haciendo un bello recorrido por las diversas religiones y ritos que habitan el planeta y las bellezas que a partir de ella se han logrado. Y de aquí es de donde parte la última y quizás mas inquietante reflexión, en la que desde las imágenes de las grandes ruinas religiosas de nuestras antigüas civilizaciones tales como templos camboyanos en mitad de la selva, las antiguas pirámides egipcias en mitad del desierto, templos mantras al borde del ganjes o los resquicios de los maravillosos antigüos templos persas, uno quizás se plantee en qué momento de su historia el hombre dejó atras la armonía entre él, su espiritualidad y la naturaleza...

Baraka es un documental, que todo ser racional del planeta debería ver. O mejor dicho, Baraka es una reflexión más allá de la moral, que todo ser racional debería obligatoriamente resolver.